Lo que hace que un ERP funcione (y lo que no)
Implementar un ERP es una inversión grande: de tiempo, de presupuesto… y de expectativas. Aun así, muchas implementaciones no logran el resultado esperado. La causa, casi siempre, no es el software, sino cómo se implementa.
Por qué fallan los proyectos de ERP
- Falta de acompañamiento: cuando la empresa queda sola después del “go-live”, los problemas diarios se acumulan y el sistema pierde credibilidad. Un ERP necesita soporte cercano para ajustar flujos, permisos y reportes en contexto real.
- Capacitación insuficiente: si solo una persona sabe usarlo, todo depende de ella. La adopción se frena, aparecen atajos por fuera del sistema y la información pierde calidad. Capacitar por rol y en escenarios reales marca la diferencia.
- Desalineación con el negocio: forzar procesos para “encajar” en el ERP rompe lo que ya funcionaba. El sistema debe adaptarse a la operación, no al revés. Mapear excepciones y particularidades desde el inicio evita retrabajos.
- Objetivos difusos (o demasiados módulos): instalar “todo” al mismo tiempo rara vez funciona. Sin objetivos medibles y un alcance claro por etapas, el proyecto se vuelve interminable y la adopción cae.
Qué sí funciona
En AITIC implementamos ERP (Odoo) con una metodología centrada en el negocio, la experiencia del usuario y resultados medibles:
- Entender cómo trabaja tu empresa: antes de configurar, relevamos procesos reales: qué duele, qué funciona y qué no. Con eso armamos un mapa de procesos y un backlog de mejoras priorizadas por impacto y esfuerzo.
- Visión integral y roadmap por etapas: definimos hitos (MVP y siguientes releases) con objetivos claros: tiempos de ciclo, precisión de inventario, cumplimiento de pedidos, costos valorizados, etc. Menos “big bang”, más avances seguros.
- Capacitación con casos reales: formamos a cada rol con escenarios de tu operación, manuales simples y tutoriales cortos. Incluimos sesiones de refuerzo pos-arranque para consolidar hábitos y resolver dudas recurrentes.
- Acompañamiento continuo: después del go-live, seguimos cerca con mesa de ayuda, monitoreo de KPIs y ajustes finos de flujos, permisos y dashboards. Un ERP no es “instalar y listo”: se optimiza en uso.
- Métricas de adopción y valor: seguimos indicadores de uso y negocio: usuarios activos por rol, tareas ejecutadas en término, reducción de tiempos de registro, exactitud de stock, OTIF, costo por transacción, entre otros. Lo que no se mide, no mejora.
Un ERP no falla por falta de funciones, sino por falta de enfoque.
En AITIC, cada implementación combina visión estratégica, personalización y formación real. Porque un sistema que no se usa, no sirve.